viernes, 22 de julio de 2011

Hasta luego



 "Consolación", E.Munch





Este adiós, no maquilla un "hasta luego",
este nunca, no esconde un "ojalá",
estas cenizas, no juegan con fuego,
este ciego, no mira para atrás.


                                                        J.Sabina









Me dueles
porque nuestro viejo amor se ahoga
en el centro del océano.
¿En qué lugar lo conocerás?
¿En la playa?
¿bajo la luna?
¿inside a bar?
Siento el miedo de tu ausencia
cada vez que uno de estos charcos
me grita que te has ido
para no volver.




Pensando un día de Julio
bajo este sol de invierno
qué va a ser del futuro
si cada vez todo está peor
y el dinero no alcanza,
y la vida se desgana,
y los proyectos de toda mente
no saben horadar esta muralla,
y uno no sabe ya ni adónde
llevar su maleta
o colgar su sombrero.
Ahora aún,
siendo jóvenes como somos,
tenemos bien colgada
la etiqueta de animales
condenados a malvivir
por recolectar fantasías
en lugar de aprobar exámenes...
Así parece
que debe usted seguir
hincando el pico y la espalda
en favor de esta gentuza,
insectos que se creen poderosos,
ansiosos de papelillos de colores,
creadores del juego
para los cuáles uno no puede
creer que es posible
una vida en calma...



Cuando paseo en bus por Euston Square,
recuerdo el entorno de Recoletos
y el café Gijón madrileños,
me recuerda mucho.
Aquí pueden verse parejas
que se comen a besos,
que discuten mucho y alto,
amigos que conversan,
muchas cervezas
y una curiosa amalgama
de razas y edades,
todos teñidos de humor
bajo un sol ocasional.









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