Obra de Gao Xingjian
Emerge tu recuerdo de la noche en que estoy.
El río anuda al mar su lamento obstinado.
Abandonado como los muelles en el alba.
Es la hora de partir, oh abandonado! ...
Pablo Neruda
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A
ver si consigo preparar de una vez
un
digno homenaje recitado
en
el funeral de nuestro amor.
Lo
enlazo todo cuidadosamente,
deseo
que sea tan dulce
como
fueron los abrazos sin luz,
que
sea tan largo
como
las eternas despedidas,
que
sea tan ruín
como
el combustible de mis dudas,
que
sea tan loco
como
nuestros orgasmos,
que
sea tan bello
como
una caricia tuya,
que
sea tan fiel
que
ni tú lo puedas olvidar...
Desde
este altar terco y alevoso
escribo
un homenaje lento,
descriptivo,
sin
final,
para
no verme en el aprieto
de
tener que engullir tu recuerdo
en
una más que pesada digestión.
*****
Mi
pena esta ahí aunque no la veas,
subraya
la noche y la siembra
de
pétalos en tono azul.
Mi
pena no quiere levantarse de la cama
desde
el día en que tu olor a hembra
se
fue reptando a su destino litoral.
Mi
pena espera una llamada imposible
que
pida una disculpa, un viaje,
a
cambio de volver a tenerme.
Mi
pena que no es pena
se
asienta ya tan lejos
que
no puedes escucharla
entre
tanto edificio.
Mi
pena protesta a la noche
y
se enrabieta a destiempo
porque
quiere irse contigo.
*****
Tener
que intuirte en vez de verte
es
casi más peligroso,
pues
no hay elección ni evasión;
cuánto
tiempo desaprovechado
y
cuán inútil es intentar evitar
estos
deseos desesperados de volver
a
contemplar tu rostro frente a mí,
que
me ayudes a entender la razón
de
tantas palabras absurdas que elegí
cuando
aún estabas tras la ventana
asomada
y esperando una canción
que
saliera de mi boca hacia la tuya;
pero
ya no hay culpables ni viento
ni
nada mas allá ni aquí,
tan
sólo notas perdidas sin rumbo
paseando
conmigo...