martes, 18 de enero de 2011

Stand-by

Foto: Saray Pavón Márquez



"Y ahora tendré que salir a buscarte..."
                                  Quique González, "Kamikazes enamorados"


---------------- *** ----------------



Dos tazas de café en el fregadero
como únicos testigos de lo que pasó
observo al abrir los ojos del atardecer.
Recuerdo el frío que me dejaste en el cuerpo
cuando bajaste por el ascensor,
mientras yo te gritaba al mirarte
que no quería separarme,
que no quería verte ir a esa ciudad con mar
tan pronto, sin tiempo a nada...
Se eternizaron tus ojos en mí,
los mismos que hasta hacía horas
sólo eran fantasías de audiovisuales,
se gastaron nuestros labios de comer
besos grandes y pequeños.




Ternura es tu nombre
en las palabras que preceden nuestro sexo.
Ternura sin más ni menos,
a raudales por la cama,
buenamente estrecha para la ocasión.
Me siento un furtivo de tus muerdos,
un fanático de tu sensualidad
sin otra razón para vivir
que apretarte muy fuerte.
Ternura.
Te advierto peluche a mi tacto,
frágil muñequita avergonzada
de empujes repentinos
que deseas y ocultas a la vez
dentro del oleaje bravío de mis mareas...
...Ternura.




Extraño el no hacer del tiempo
enfrascado en tarros impotentes
que no te ven llegar.
Paciencia, compañera,
¿en qué asuntos andas?
No me traje el sol del rompeolas,
más bien una extraña nube
diciéndome al oído que tardarás en suceder,
que tendremos que seguir en paralelo
hasta una nueva señal
de este sino azaroso y juez
que una noche me aferró por dentro
y otro día me enturbió de ti.




Que traición, ILUSIÓN,
haciéndome creer que el amor es un instante
y el deseo, cosa de dos...




No puedo dormir.
Mis vecinos de cuarto siguen follando.
El último cigarro ha vuelto a hacer mella.
Llegaron besos desde el mar.
Leo con temblor en el párpado
tu poema de masturbación,
y tengo que pensarte.
Traigo recuerdos de luces en la noche,
de caricias en el pelo en habitaciones-cárcel,
viéndonos pasar las horas a contrarreloj.
Arremetí contra tu olor,
penetré la intimidad de tu espacio
y he acabado echando de menos tu timidez.

No puedo dormir.
Mis vecinos ya no follan.
Las esperas se eternizan...




Procede entonces
a embargarme el corazón y lo sensible,
pues no tengo más anhelo en estas horas
que seguir de cerca tus sueños,
proteger a oscuras tu alma,
recorrer a ciegas tu luz...


2 comentarios:

  1. Tremenda ovación...


    "Esa" no sabe lo que se pierde...

    ResponderEliminar
  2. Por cierto, fe de erratas: La canción de Quique es "Salitre", no "Kamikazes enamorados"..

    ResponderEliminar