miércoles, 29 de diciembre de 2010

La menor


"Llegué hasta Olaritzu y comencé a andar sin rumbo fijo, mirando, sin ver, cómo las familias se divertían y reían en merendolas del parque. Caminando entre los árboles me sentía una gran duda con patas, un gran interrogante cargado de miedos. Notaba el peso del pasado, de los fracasos y cuestiones emocionales aún sin resolver, que salían de nuevo a flote a causa de esa noche mágica de mucho sexo y mucho amor..."


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A La menor suenan mis notas diarias
cada vez que me obligo a escribir sentencias
en el maldito cuaderno,
en cualquiera de los instantes de rápido caminar
dominados por la ansiedad siempre injusta,
a cada recuerdo de tiempos distintos y felices
pintados de árboles de otoño,
de lagos en la sierra y miradas cómplices,
en mitad de cada despertar aciago
donde intento borrar con la goma de la razón
las nubes de mi mente otra vez más.
La menor.
Mi alfa y omega,
¿cuándo volverán las ganas para quedarse?
¿cuándo volveré a la senda perdida?
Palabras, ideas musicadas de dramatismo,
de una teatralidad atroz que no deseo,
pero por la que me veo envuelto
en la calle, en la barra, en la cama...
Dentro.



Largas noches viéndote, desconocida,
en tu espejo monitorizado,
aburrido, extraño, analítico,
avergonzado, equivocado...
Palabras y más palabras que resuenan
en medio de este desorden...
...Piano...
...Caballete...
...Guitarra...
...Poesía...
...Tímida...
...Bonita...
¿Qué queda?
¡Ah, sí!
¡Película!



Dos, cero, uno, cero,
eres el más convulso de mi pasado,
te han gustado los extremos
más que a mí mismo...
De volar durante el sexo a creer morir,
de pianista profesional a durmiente deprimido,
de universitario a parado,
de feriante eufórico a necesitar Orfidal...
Espero dejar atrás
tus días montañosos y rusos,
de viajes al norte y promesas rotas,
esquivos y amargos,
embriagados hasta el fin
de licores que no permitieron
encauzar la psique,
despegar...

¡¡¡Feliz año!!!

1 comentario:

  1. Días norteños que vuelven, como promesas amargas a olvidar en el final de un año...para olvidar y catalizar y empezar otra vez de nuevo, como antes, como siempre...

    Buena medicina catalizadora.

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